sábado, 8 de diciembre de 2012

ADMINISTRACIONES PÚBLICAS: CANADÁ Y FRANCIA


LA ADMINISTRACION PÚBLICA:
LOS CASOS DE CANADA Y FRANCIA.

EL CASO DE CANADA.

            El servicio público es una institución de gran importancia en Canadá que, además de servir de manera eficiente a la sociedad y al gobierno, ha constituido un pilar del sistema democrático. En su consolidación ha introducido valores fundamentales propia de una democracia tales como  el merito, y la representatividad; estableciendo como objetivo la eficiencia de un servicio de carácter público. 

ORIGEN Y EVOLUCION DEL SERVICO PUBLICO DE CANADA. 

            Con orígenes modernos, el servicio público canadiense data de 1868 coincidentes casi con la constitución de la Confederación; el clientelismo político propio de aquella superó todo intento de afianzar el principio de merito como eje vertebrador de la contratación del personal  al servicio de la incipiente administración canadiense. 

EL ACTUAL SERVICIO PUBLICO CANADIENSE.

            Superado el clientelismo de las primeras épocas y la contratación privilegiada de los excombatientes de las dos grandes guerras. Se hacía necesario implantar nuevas pautas de la contratación del personal  público.  Dándose tres tipos de contratación: temporal, trabajadores casuales y por un periodo indeterminado.
            Los trabajadores por tiempo determinado lo hacen por un plazo que oscila entres tres y seis meses,  los trabajadores  por  tiempo indeterminado permanecerán  en su puesto de forma continua y estable, sin fecha determinada para la conclusión e sus labores. Mientras que los  trabajadores denominados casuales, son los contratados por periodo breves, no mayor de 90 días de forma continua o 125 días a los largo de un año.
            Sin embargo, si bien es cierto que Canadá ha aceptado las reformas de la denominada Nueva Gestión Pública (NGP), ha elegido un camino mucho más moderado que otros países como el  Reino Unido.
            El sector público en Canadá ha presentado muchos de los elementos que caracterizan la NGP: se ha preocupado por producir resultados, tanto en la planificación como en la evaluación de programas y personas; ha experimentado un renovado interés en el servicio al público (visto como «cliente»), con una especial preocupación por la calidad. También se han llevado a cabo esfuerzos para delegar la autoridad y atribuir poderes a los empleados; los gobiernos federal y provincial han prestado una mayor atención a los costes realizando exhaustivas auditorías, subcontratando e introduciendo la competencia, y, finalmente, se han adoptado técnicas del sector privado para motivar a los empleados, como por ejemplo el plus por méritos, las declaraciones de objetivos y los círculos de calidad. Como expresó por primera vez Jocelyne Bourgon, ex funcionaria del Consejo Privado, el llamado “modelo canadiense” se basa en una serie de elementos clave:
·         El gobierno y las instituciones gubernamentales son esenciales para el buen desempeño de la sociedad;
·         La reforma del sector público debe empezar por examinar el papel que se espera que desempeñe el gobierno en el futuro;
·         Un buen desempeño del sector público requiere una firme capacidad política y una función moderna en la prestación de servicios;
·         Se reconoce la importancia de un servicio público no partidista, con un buen desempeño, profesional, y
·         Se requiere el liderazgo tanto de los funcionarios electos como de los designados para el cargo
            Son características que algunas democracias industrializadas de países occidentales minimizaron o abandonaron por completo, ya que aplicaron con entusiasmo las reformas directivas de la nueva gestión pública (NGP). Sin embargo, en los últimos años, se han replanteado la conveniencia de proceder de este modo. 
             La Administración pública, pues, no sólo es cuestión de gobierno, sino también de gobernanza o de la forma en la que el Estado y la sociedad civil se han unido para compartir la responsabilidad de servir al interés público. 

UN EJEMPLO PARTICULAR: EL SECTOR INMOBILIARIO. 

            A estas alturas no hay duda que una de las causas de la burbuja inmobiliaria  en nuestro país (España), fue excesiva relajación de los criterios de concesión de hipotecas; los amplios plazos de concesión (hasta os 40 años),  la sustitución de un tipo de interés fijo por uno variable -coincidiendo con una época de tipos de interés históricamente bajos- y, sobre todo, la financiación del casi el 100% del valor del inmueble a adquirir, sin tener en cuenta en su medida la solvencia del prestatario. Con la pasividad del Banco de España, probablemente coartado por los criterios políticos del momento que priorizaban el empleo que se estaba generando gracias al tirón del  el sector de la construcción, sin mirar las consecuencias que se preveían iban a producirse a  medio plazo sobre la economía en general; al bascular demasiado sobre el  ladrillo con un sistema financiero demasiado hipotecado por la excesiva concesión de los prestamos sobre viviendas sobrevaloradas.

Sin embargo el modelo Canadiense por el contrario se basa en la existencia de una gigantesca aseguradora de titularidad pública, la CMHC (Canada Mortgage and Housing Corporation), que facilita el acceso a la vivienda a los compradores que no pueden aportar el 20% del precio. Solamente es necesario un  el 5% del precio y el Estado se ocupa del resto. Bajo esta tesitura se, elimina el riesgo hipotecario para los bancos, protegiéndolos frente a un impago ocasional. Además, la CMHC,  tituliza las hipotecas y las vende a inversores institucionales, saldando su balance y el de los bancos hipotecarios; al extender los riesgos asumidos a los compradores de dichos títulos.  En consecuencia la  CMHC se convierte en  el principal proveedor de Canadá de seguros de préstamos hipotecarios, títulos respaldados por hipotecas, la política de vivienda y programas, y la investigación de la vivienda.
            Por ello a pesar de que los precios de las viviendas también han subido en los últimos tiempos de manera desproporcionada a los salarios produciéndose  una sobrevaloración de las mismas. De hecho se manejan datos de que la  deuda de las familias canadienses puede alcanzar  cifras muy superiores al 100% de sus ingresos -en EEUU alcanzó el 127% en el pico de la burbuja.
            No se puede hablar de “burbuja” en el sentido de que es  más difícil que la burbuja estalle por varias razones. La primera porque Canadá es un país inmensamente rico. Un vasto y poco poblado territorio lleno de petróleo, gas, oro, uranio, níquel, diamantes, etc., que no vive del ladrillo. La segunda  porque aunque son poco rigurosos con el porcentaje del valor a hipotecar  (hasta el 95%); sin embargo si los son con la duración de las hipotecas (máximo 30 años), siendo además los tipos de las mismas fijos con duración de cinco años, recalculándose en periodos de igual duración.
            Por otro lado como ya comentó  Obama a primeros de año 2010 "El Gobierno debe ayudar a asegurar que los ciudadanos tengan acceso a una vivienda de calidad que se puedan permitir." Lo que viene a significar que no todos deben  convertirse en propietarios, sino solo los que puedan permitírselo, aunque cuenten con ayudas públicas.

OTRO PARTICULAR EJEMPLO. EL SISTEMA TRIBUTARIO CANADIENSE.

                  Canadá se organiza territorialmente en una federación compuesta por diez provincias y tres territorios. Tiene un Gobierno Parlamentario. Compuesto por la Corona, una Cámara de los Comunes (elegida por el pueblo) y un Senado.

             Canadá también es una Monarquía Constitucional, en la que la Corona desmpeña un poder ejecutivo simbolico, puramenrte ceremonial. Es la reina Isabel II de Inglaterra como Jefe de Estado legal, los Virreyes que designa, el Gobernador General (que actúa como Jefe de Estado) y los Vicegobernadores.
                                  El poder ejecutivo en materia de política, lo forman el primer Ministro (Jefe de Gobierno) y el Gabinete. El Gabinete está compuesto por Ministros seleccionados de la Cáma de los Comunes, en cabezados por el primer Ministro.          
            Por lo anterior el  sistema tributario canadiense se administra según las leyes municipales, provinciales y federales. El pago de los impuestos es el principal deber ciudadano en Canadá. El  incumplimiento de este deber ciudadano es penado por la ley con multas y hasta con cárcel, en caso de considerarse delito.
            Hay muchos tipos de impuestos en Canadá (municipales, provinciales y federales). Sin embargo, existen dos tipos principales de impuestos personales: el impuesto sobre la renta, conocido en inglés como “Personal Income Tax”, y en francés como “Impôt sur le revenu”, que grava las ganancias anuales; y el impuesto sobre las ventas que tiene dos versiones, la federal, llamada en inglés “Goods and Services Tax” (GST), y en francés “Taxe sur le produits et services” (TPS), y la provincial, conocida en inglés como “Provincial Sales Taxes” (PST) y en francés como “Taxe de vente provinciale” (TVP).
            El impuesto sobre la renta personal ”Income Tax” o “Impôt sur le revenu” es un impuesto federal de tipo progresivo  y depende de las ganancias percibidas, de tal manera que a mayor ingreso obtenido, mayor será la cantidad de impuesto a pagar. Cada año se debe presentar la declaración en cuestión (“Income Tax Return” o “Déclaration de revenus et de prestations”). Siendo la fecha límite para producir la declaración del impuesto sobre la renta es el 30 de abril de cada año.
            El Impuesto a las ventas ”Services Tax” (GST) es del 5% y se aplica en todo el territorio de Canadá a las compras de productos y servicios, exceptuando la comida, el pago de alquiler de vivienda y los servicios médicos y educativos. En Quebec este impuesto es llamado “Taxe sur les Produits et Services” (TPS).
            El “Provincial Sales Taxes” (PST) resulta un impuesto similar al GST, pero es aplicado por los gobiernos provinciales. Suele variar entre el 7% y el 10% según la provincia. En el caso de la provincia de Quebec, por ejemplo, este impuesto se denomina “Taxe de Vente du Québec” (TVQ) y es del 9.5%.

EL NÚMERO DEL SEGURO SOCIAL EN CANADA.

            El Número de Seguro Social (“Social Insurance Number”, SIN, o “Numéro d’assurance sociale”, NAS) es un requisito indispensable para cumplir con el deber ciudadano de pagar impuestos. Es un número de nueve dígitos que se asigna a cada ciudadano y permite trabajar en Canadá, declarar impuestos y recibir beneficios y servicios relacionados con los programas gubernamentales. Permite al gobierno saber quién gana dinero, quién paga impuestos, quién cotiza en los regímenes de jubilación y quién utiliza los servicios sociales.
LA CRISIS ACTUAL EN CANADA      
             Con la crisis de carácter global existente en la actualidad, también figuran recortes en la Administración Pública, de hecho en "Revebue Canada", se están también elininando puestos y programas.
            La Agencia de Ingresos de Canadá maneja cifras  de recortar de alrededor de 1.500.- empleaos, luego que el gobierno federal decidiera recortar empleos en la administración pública con el fin de ahorrar 5200 millones de  $ hasta el año  2015.  Eliminando por ejemplo el  conocido Programa de Ejecución,  que es un programa especial para combatir el crimen organizado  en colaboración con la Policía Montada. y otras organizaciones internacionales en contra del blanqueo de capital.
            Por otro lado, el Programa de Investigaciones Criminales dedicado a la evasión o fraude fiscal   será reorganizado y reducido, eliminando 26 de las 32 oficinas creadas en su día al efecto. Quedando solamente las ubicadas en   Halifax, Montreal, Ottawa, Norte de Toronto, Edmonton y Vancouver.


EL CASO DE FRANCIA. 


           La voz gestión ha tenido un empleo muy intenso en Francia desde tiempo atrás. Nació con la ciencia de la administración pública misma: Charles-Jean Bonnin la usó en 1812, cuando refirió la ejecución de las leyes como un asunto necesario a la "gestión de los asuntos públicos" (gestion des affaires publiques)(*). Sin embargo, desde la década de los ochenta, gestión comenzó a ser usada como antónimo de administración, precediendo e inspirando a la corriente anglosajona de la nueva gestión pública (new public management).
CONCEPTO DE NUEVA GESTIÓN PÚBLICA EN FRANCIA
            Nadie cuestiona al Reino Unido como  la cuna de los nuevos modelos de gestión pública. No obstante, existen pensadores administrativos franceses que, con mucho fundamento, reclaman como originalmente galo el término management (**) Jean Bodin afirmaba que la "República es un recto gobierno de muchas familias y de lo que les es común, con autoridad soberana ("Republique est un droit gouvernment de plusiers menages, & de ce qui eur est commun, avec puissance souveraine”)
            Hoy en día el uso del término management no se ciñe a la cultura administrativa anglófona, pues ya ha sido adoptado en otros idiomas
            Tradicionalmente el management ha consistido en la aplicación del análisis de sistemas a la empresa, pero dado que también es posible su aplicación al sector público. Surge  entonces el management público, que consiste de una manera abreviada  en una nueva gerencia de las cosas del Estado, hasta ese momento dominado por la concepción burocrática.
(*) BONNIN (Charles-Jean), Principes d'Administration Publique, Paris. , 1812, tomo I, pág. 91

(**) BODIN (Jean), Les Six Livres de la République,1. En la versión española de Gaspar de Añastro, se dice que la "República es un justo gobierno de muchas familias, y de lo común a ellas, con suprema autoridad".
            Lo anterior no obsta para que, la gestión pública y la gestión privada se consideren fundamentalmente diferentes. Existe una diferencia en la percepción del papel del Estado. Mientras que la perspectiva liberal que inspira el New Public Management del mundo anglosajón da lugar a una reducción del papel del Estado en la economía y una retirada del ámbito económico y social. Las reformas del continente europeo van dirigidas a reforzarla legitimidad de la intervención del Estado a través de formas de acción renovadas. Caso de Francia, (España también) en los que el reto es más bien desburocratizar y agilizar unas administraciones cuya orientación no se dirige con suficiente intensidad al logro de objetivos y a la obtención de un rendimiento satisfactorio.

LA ESCUELA NACIONAL DE ADMINISTRACION


          La Escuela Nacional de Administración (École nationale d'administration), también llamada ÉNA es la escuela en la que son formados muchos altos funcionarios del gobierno francés. La ÉNA tiene como misión aportar a los futuros miembros del alto funcionariado una formación interministerial.
            De reconocido prestigio como escuela de formación administrativa de orden mundial.
            En realidad, la ÉNA es una Escuela para el Alto Funcionariado, en la que sólo unos pocos de sus miembros asumirán los altos cargos o entrarán en la vida política. De ahí las críticas que recibe de cada promoción que sale.

             Las críticas a la ÉNA focalizan y resumen otras cuestiones que se plantean a la sociedad francesa, como son la selección y reproducción de las élites, de la burocracia, de la centralización y de las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. De hecho hasta existe el concepto de  "enarquía" para definir al alto funcionariado de la sociedad burguesa francesa. Sírvase como ejemplo que no menos de siete Primeros ministros y dos Presidentes de la Quinta República son antiguos alumnos de la prestigiosa escuela.









sábado, 17 de noviembre de 2012

LA SOBERANIA: JEAN BODIN





 LA SOBERANIA: JEAN BODIN


 





“El político prudente no es quien destierra de la República a los ladrones,  sino quien les impide entrar”.
                                                                 Jean Bodin








              
            Echar una  mirada a los clásicos es aconsejable siempre; y en los momentos actuales la reflexión prudente sobre lo pasado nos permite recordar las actuaciones de aquellas sociedades sus cambios y sus evoluciones

            La época en que nos encontramos es convulsa, un comienzo del siglo XXI, con avances impensables para el ciudadano de a pie de mediados del pasado siglo. Progresos que están cambiando el mundo de forma vertiginosa.

            ¿Pero? ¿Es que acaso en épocas anteriores no sucedieron hechos que también cambiaron el mundo?
            Situémonos a mediados del siglo XVI. Todavía le costaba admitir a la gente de aquella época  que la tierra habitable era más que Europa. Tomemos como referencia una fecha 1530 (fecha de nacimiento de Jean Bodin) por otro lado máximo exponente del  pensamiento absolutista en Francia.
         En dicha fecha, solamente hacía  38 años del descubrimiento de  América, 11 años de la muerte de Leonardo da Vinci  y  3 años de la de  de Maquiavelo. En ese año  Carlos V era el Emperador.  Lutero hacia 9 años que había sido excomulgado  por el papa Leon X,  y la Compañía de Jesús (reconocida como nueva orden religiosa en 1540, por Pablo III), se enfrentaba a la Contrarreforma.

         Francia  dividida, por un lado la corona y parte de la nobleza apoyaban  la religión católica, frente al resto de la nobleza que se  convirtió al calvinismo. Lo que derivó en  ocho guerras, denominadas guerras de religión entre católicos y  protestantes.
 
En 1576, Bodin  publicó en  francés su obra más importante “Les Six Livres de la Republique”.  Posiblemente una de las obras más grandes sobre filosofía política jamás escrita Primer intento moderno de crear un sistema completo de ciencia política.

          

  El centro de la teoría del absolutismo de Bodin, escrita ante el desafío de la rebelión hugonote, estaba en la noción de soberanía: el indiscutible poder de mando del monarca gobernando sobre el resto de la sociedad.

                                                                                           
            

 Con la citada obra  Bodin  trascendió en la historia del pensamiento político. Ya en el prefacio,  se sirvió a través de una metáfora propia de un hombre de mar, para mostrar al mundo la  transfiguración del estado medieval al estado nacional, la  crisis de la autoridad monárquica y sobretodo el hundimiento del Reino de Francia en el desorden, la violencia y el separatismo provocado por la crisis de la religión.

(Prefacio de la Obra)


            Bodin se encuentra comprometido y elabora sus pensamientos necesarios para  reaccionar ante una situación tan comprometida. “El objeto que persigue enérgicamente en los seis libros de La Republique es restaurar el prestigio de la monarquía volviéndola al camino de la justicia

            Es necesario contemplar como muy bien apunta Bodin en la concepción y concepto que aplica a una “república”, antes de penetrar de lleno en la concepción y concepto que nos legaría en su definición de “soberanía”.
“República es un recto gobierno de varias familias, y de lo que les es común, con poder soberano”.

            La soberanía es el elemento por medio del cual se habrá de conseguir el “recto gobierno de varias familias, y de lo que les es común”.

            Con la frase recto gobierno, introdujo Bodin, en primer lugar, una consideración de justicia que domina toda su concepción”.

            Cuando Bodin habla de recto gobierno, lo hace -según sus propios comentarios  “a causa de la diferencia que existe entre las repúblicas y las bandas de ladrones y piratas”.

            Abundando en el tema, Bodin argumenta que el ámbito de las relaciones entre los ladrones y piratas, aunque parezcan vivir en amistad y sociedad repartiéndose por igual el botín, no se sostiene en términos de derecho (9), ya que el principal punto en el que reside el verdadero atributo de la amistad, y del que ellos carecen, es el recto gobierno según las leyes de la naturaleza.

            Para Bodin, pues, y como él mismo manifiesta en el Prefacio de la República, el recto gobierno es aquel que desarrolla plenamente el ideal de justicia: “Cuando digo justicia quiero decir la prudencia de mandar con rectitud e integridad”.
                       
            El principio de autoridad  sustenta a  Bodin  su desarrollo sobre el gobierno al manifestar  “toda república, toda corporación, todo colegio y toda familia se gobierna por mando y obediencia”. Es por ello que, buscando fundamentos a estas tesis, profundiza en el ámbito de la relación familiar para extraer e incorporar el modelo a sus teorías: el recto gobierno de la casa es el verdadero modelo del gobierno de la república.

            “la nota característica de la ciudadanía es la obediencia y reconocimiento del súbdito libre hacia su príncipe soberano, y la tutela, justicia y defensa del príncipe hacia el súbdito”.

            El apoyo sobre la familia como base principal sobre la que se construye toda república.

            Cuando en Occidente se empieza a hablar de la soberanía es para aplicar a los poderes humanos atributos hasta entonces reservados a Dios.

            Mientras la Iglesia pudo ostentar un efectivo poder, los príncipes no fueron soberanos. En esos momentos era la Iglesia y no el príncipe la  soberana.

            El significado etimológico de la palabra sobraría, proviene del latín “super” y “omnia” que viene a traducirse como sobretodo.
            Es el poder que esta sobre el resto de poderes y que no admite otro poder superior a él.

            Característicamente, Bodin definía la soberanía como “el poder más alto, absoluto y perpetuo sobre los ciudadanos y súbditos en una república”. Esencial para la soberanía en Bodin era la función soberana como dador de leyes a la sociedad y “la esencia de la emisión de leyes era el mando, el ejercicio de la voluntad con fuerza vinculante”.
          Como el soberano es el creador de la ley, debe por tanto estar por encima de la ley, que se aplica sólo a sus súbditos y no a sí mismo. Por tanto, el soberano es una persona que crea orden de lo amorfo y del caos.

            Sin embargo Bodin pedía al príncipe que confiara en el consejo de un pequeño número de asesores sabios, hombres que, supuestamente por no tener motivos egoístas, serían acaeces de ayudar al rey a legislar para el bien público de toda la nación. En resumen, una pequeña élite de hombres sabios compartiría el poder soberano detrás del escenario, mientras que públicamente el soberano emitiría decretos como si fueran producto de su sola voluntad.


            Los aspectos más notables de la soberanía son que ni se cede ni se enajena, solo se delega en la actualidad en algunos funcionarios para que la ejerzan pero no que la detenten, ya que será en todo momento es  el pueblo y solo el pueblo el titular de dicha soberanía.

          Frecuentemente es cierto que los analistas políticos son más agudos en revelar los fallos de los sistemas con los que están en desacuerdo. En este caso, una de las observaciones más agudas de Bodin fue su examen de las democracias populares del pasado.  Comentando que si miramos con atención todos los anteriores estados, encontraremos que el supuesto gobierno del pueblo fue siempre el gobierno de una pequeña oligarquía. “el pueblo sólo sirve como disfraz”.

            Anticipándose, sin querer, a esa percepción de la élite del poder o la clase gobernante  del siglo XIX, Bodin apuntaba que en realidad el gobierno siempre lo ejerce una oligarquía. Sin embargo se le critica una  laguna en el programa de poder absolutista proclamado por él, se trata de un área principal en el ejercicio `practico del poder del estado,  la fiscalidad. No olvidemos que Bodin publicó libros sobre dinero, derecho, método histórico, ciencias naturales, religión y ocultismo.
         A pesar de existir  un sistema impositivo regular y opresivo en Francia al principio del siglo XVI, tanto los  teóricos reales como los absolutistas eran reacios a otorgar al monarca el derecho ilimitado a imponer tributo. En esa línea también  Bodin era reacio a esa forma de recaudar defendiendo los derechos de propiedad privada, y la falta de validez de que el rey impusiera tributos a sus súbditos sin su consentimiento
        Fuera del ámbito estrictamente impositivo y más en temas generales de carácter económico, Bodin ha sido considerado como uno de los pioneros de la teoría cuantitativa del dinero (*),
(*)La teoría cuantitativa del dinero, parte de una identidad, la ecuación de cambio, según la cual el valor de las transacciones que se realizan en una economía ha de ser igual a la cantidad de dinero existente en esa economía por el número de veces que el dinero cambia de manos.

         De hecho en su obra  Paradoxes de M. de Malestroit touchant le fait des monnaies et l'enrichissement de toutes choses (1568). Malestroit había atribuido los aumentos inusuales y crónicos de los precios en Francia a la degradación de la moneda, pero Bodin atribuyó la causa al aumento de oferta de especie proveniente del Nuevo Mundo.
         Jean Bodin también teorizo con tino en  la influencia de los líderes sociales sobre la demanda de bienes y por tanto sobre su precio. Al explicar porque subían los precios  de todo lo que a  los señores  gustaba; para después  una vez que los grandes señores  ven que sus súbditos tienen una abundancia de cosas que  a ellos gustaban, despreciarlas causando entonces una caída de dichos precios.
        Sin embargo fue  ultra ortodoxo en relación con usura, con su tajante opinión cobre la percepción de intereses al considerarla  prohibida por Dios.
        En conclusión con Jean Bodin se elabora la primera teoría sistemática de la Administración Pública del Estados absolutistas; aunque aún no exista una ciencia de la administración como las los indios y la de los musulmanes. Con él existe la primera sistematización del conocimiento de la administración monárquica, tanto al desarrollo de su origen como a las funciones. 
       En siglos posteriores, aunque fue evidente que  uno de los objetivos de Bodin fue  cimentar el concepto de monarquía en cuanto elemento consolidador tanto de la unión nacional como del poder en general.
      
  

Resulta bastante interesante la manera en cómo sus ideas forjaron  herramientas  a mediados del siglo XIX, sirva como ejemplo  el proceso secesionista  que se generó en los Estados Unidos de Norteamérica. John Caldwell Calhoum (*), político y  uno de los principales representantes de los llamados Estados esclavistas, no dudó en utilizar los argumentos de Bodin, en su lucha política y jurídica en contra los estados del norte. Curiosamente Calhoum, se mostraba partidario del originario  régimen político adoptado por  los Estados Unidos de Norteamérica,  la confederación.

            Ahora bien, sea cual sea la interpretación que se le dé a esta obra, sin duda se trata de Tal vez la obra más grande sobre filosofía política jamás escrita, Los seis libros fueron indudablemente el libro más influyente sobre filosofía política en el siglo XVI.







Bibliografia:


““Los seis libros de la República”
Autor: Jean Bodin
Copyright by Aguilar
Reproducción parcial de
Libro Primero, Capítulo VIII, para:
MATERIALES DE DERECHO CONSTITUCIONAL
Septiembre, 2000


Heller, H., La soberanía. Contribución a la teoría del derecho estatal y del derecho
internacional, México, FCE. 1995


Origen y naturaleza de la Administración  Pública: Revista Paraninfo.
http://paraninfouniversitario.com/doc/2/Ensayos/Ensayo_p89.pdf





















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