martes, 6 de noviembre de 2012


VENCEDORES O VENCIDOS


¿Debe un juez aplicar la legislación vigente aunque vaya en contra de su conciencia? ¿ Es posible responsabilizar a todos los alemanes de los crímenes cometidos por el Tercer Reich?¿Tiene legitimidad un tribunal constituido ad hoc por los vencedores para enjuiciar a los vencidos?



            ¿Existe el perdón? ¿Se puede vivir sin odio? ¿Vencedores o vencidos? He aquí el dilema.
Sobre la mesa  asuntos tan escabrosos como abominables, la esterilización y la eugenesia, que desembocan inevitablemente en la responsabilidad que los jueces instrumentalizados por el Tercer Reich pueden tener sobre las atrocidades cometidas. ¿Son culpables por omisión? ¿Son acaso cómplices?
            No voy a entrar a hablar de la película (a la cual se la puede calificar a todas luces de   de muy buen película. Solo hablare un poco de su guión, clave fundamental en el desarrollo de cualquier película y de su guionista Abby Mann, guionista de cine, ya fallecido, galardonado con el Oscar en 1961 por la película en cuestión. Nacido, en el seno de una familia de inmigrantes judíos de origen ruso. Fue su pasión y determinación la que convirtió el juicio en Núremberg en su primer guión de cine.
            Como él mismo dijo en una entrevista, la gente quería mantener bajo las alfombras la historia del juicio a los dirigentes nazis. Hasta que el productor y director Stanley Kramer decidió hacer el filme.
            El tema que se cuestiona es la legalidad de los actos cometidos con arreglo al derecho y las leyes vigentes en el ese momento de la historia. Si el derecho sobre todo el penal, por que es el único que pude contemplar la pena de muerte como maxima  condena al culpable, debía aplicarse por los jueces (máximos exponentes del poder judicial).

            La respuesta es clara, el articulo y 8 del Estatuto del Tribunal Militar internacional de Nuremberg. Adoptado el 6 de octubre de 1945, lo contempla d e forma clara:”El hecho de que el Acusado actuara obedeciendo órdenes de su gobierno o de un superior no le exonerará de responsabilidad, pero podrá considerarse un atenuante al determinar la condena si el Tribunal estima que la justicia así lo exige”.

            Por lo anterior creo que no cabe duda alguna sobre la legitimidad  de los juicios que se celebraron y de las sentencias que se impusieron por el Tribunal Militar Internacional constituido al efecto.

            Los  planteamientos sobre las cuestiones de la complicidad individual de los ciudadanos en los crímenes cometidos por el Estado, además de un amplio recorrido moral y ético sobre el valor de los derechos humanos; son tratados con rigurosidad sin omitir cuestiones tan directas como tan espinosos como el apoyo de la Corte Suprema de los Estados Unidos a  a las prácticas de la eutanasia o las palabras de elogio de Winston Churchill hacia Hitler.
Para terminar quiero transcribir dos frases:
            La primera correspondiente a los primeros minutos de la película en la que el fiscal americano a lo largo de su primera   intervención  expone cn claridad lo siguiente, refiriéndose a la madurez de los acusado: “en su juventud sus mentes no fueron torcidas  por las  doctrinas nazis, sin embargo admitieron la ideología del tercer reich, cuando ellos más que nadie  debieron repudiarla por injusta”
            La segunda correspondiente a la última escena de la película en la que  Ernst Janning   se justifica ante el juez de la siguiente manera
Dr. Ernst Janning: …Aquella pobre gente, aquellos millones de personas,  jamás supe que se iba a llegar a eso.
El Juez Dan Haywood   : Debe usted creerme, se llego a eso la primera vez que usted condeno a un hombre sabiendo que era inocente….

1 comentario:

  1. Estimado compañero:

    Muchas gracias por tu aportación. Personalmente, creo que al final el miedo se apoderó del acusado Jannin y, como bien señalas, aunque en la última escena dice desconocer la situación a la que se había llegado, previamiente en su alegato frente al Juez Haywood reconoce de igual forma: "¿Acaso estábamos sordos, mudos, ciegos? Si solo conocíamos el exterminio de unos cientos, es que por ventura eso nos hace menos culpables?". Como el propio acusado afirma, parece que triunfaron más allá de lo que esperaban y lo que parecía ser una fase transitorio se convirtió en un modo de vida, incluso para él.

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